En el ámbito de las sales, una cosa está muy clara: no todas las funciones de ventas son iguales. Y antes de sumergirnos en cómo identificar y utilizar realmente a tu mejor vendedor, definamos primero los 3 roles clave que se esconden tras el término paraguas “ventas”:

  • Representante de desarrollo de ventas (SDR): Encargado de las llamadas en frío, la cualificación de leads, la programación de citas, etc.
  • Ejecutivo de cuentas (AE): Responsable de cerrar acuerdos. Colaboran estrechamente con los SDR para convertir los clientes potenciales cualificados en clientes de pago.
  • Gestores de cuentas (AM): Trabajan para mantener y nutrir las cuentas de clientes existentes, así como para hacer upselling en esas cuentas.

Como puedes ver, cada función tiene objetivos distintos, lo que significa formas distintas de identificar cómo rinden, y cómo ti, como gestor, capitalizarás tu rendimiento.

¿Cómo identificar a tu(s) mejor(es) vendedor(es)?

Uno de los aspectos más atractivos de la profesión de vendedor es su inherente objetividad.

Los sales tienen que rendir cuentas por el cumplimiento de unos objetivos de rendimiento específicos, lo que hace que sea relativamente fácil identificar a los vendedores de alto rendimiento en función de sus logros con respecto a estos objetivos.

Sin embargo, es crucial reconocer que los SDR, los EA y los AM tienen diferentes conjuntos de objetivos.

Métricas clave para las distintas funciones de ventas

Para identificar a los mejores dentro de cada función de ventas, debes centrarte en las métricas específicas de cada función.

Desglosemos algunas métricas esenciales para cada función:

1. SDRs

  • Tasa de leads: El número de clientes potenciales enviados al EA al mes.
  • Tasa de clientes potenciales cualificados: El porcentaje de clientes potenciales enviados a los EA que cumplen los estrictos criterios de cualificación.
  • Eficiencia en la cualificación de clientes potenciales: La proporción de clientes potenciales cualificados en relación con el número de llamadas realizadas.

Para los SDR, sobresalir significa no sólo cumplir sus objetivos de generación de leads, sino también enviar clientes potenciales altamente cualificados que no hagan perder el tiempo a los EA.

2. Ejecutivos de cuentas:

  • Tasa de cierre: El porcentaje de acuerdos cerrados en comparación con los acuerdos trabajados.
  • SDR Coaching : ¿Por quéaceptaron este trato enviado por el SDR? ¿Por qué rechazaron la otra? Un AE debe ser capaz de demostrar su proceso a su subordinado.

Es más difícil identificar a los Ejecutivos de Cuentas (EA) fuertes.

Sin embargo, un verdadero AE de alto rendimiento no es alguien sólo hábil para cerrar tratos, también debe ser experto en discernir qué tratos merece la pena perseguir.

En esencia, el mejor cerrador debe destacar en ambos aspectos:

  • No sólo debe centrarse en sus propias habilidades de cierre, sino también trabajar para ayudar a sus compañeros EA a mejorar sus habilidades de cierre.
  • Además, deben compartir sus conocimientos con los SDR, enseñándoles a validar eficazmente las operaciones y proporcionándoles formación en este ámbito.

3. Gestores de cuentas:

  • Tasa de upsell: El porcentaje de incremento del valor de la cartera de un cliente a lo largo de su ciclo de vida dentro de la empresa.
  • Función de coaching: Identificar y ofrecer coaching a los mejores AM para mejorar sus habilidades, al igual que se hace con los SDR.

Los AM desempeñan un papel fundamental a la hora de ampliar las cuentas de los clientes y/o garantizar su satisfacción a largo plazo.

Desafíos a los que se enfrentan los directores de ventas

Los Sales Directores se enfrentan a varios retos a la hora de implantar programas de coaching y aprovechar los puntos fuertes de los mejores empleados. Estos retos incluyen:

  • Evolucionar en un papel no operativo: Como hemos dicho antes, la transición de un papel de ventas a un papel de coaching puede suponer un reto para los profesionales de alto rendimiento. El reto, aunque hayan hecho la transición, es asegurarse de que son capaces de entrenar bien a sus vendedores y proporcionarles un buen apoyo cuando ya no estén en el terreno de juego.
  • Identificar a los entrenadores potenciales: No todos los vendedores de alto rendimiento son entrenadores natos. Los directores de ventas deben evaluar quién posee las aptitudes necesarias para el coaching y la voluntad de ser mentor de otros.
  • Incentivar el coaching: Los coaches suelen dedicar tiempo a mentorizar a sus compañeros, tiempo que podrían dedicar a generar ingresos. Los directores de ventas deben asegurarse de que los entrenadores reciben una compensación adecuada por sus esfuerzos de entrenamiento para mantener la motivación.

¿Cómo utilizar a tus mejores vendedores?

Una vez que hayas identificado a tus mejores vendedores, el siguiente paso es aprovechar su experiencia para elevar a todo el equipo de ventas.

El coaching es el eje de esta estrategia

Un coaching eficaz no sólo mejora el rendimiento individual, sino que también fomenta una cultura de mejora continua dentro de la organización de ventas.

Los retos para un director de ventas giran principalmente en torno a la transición de estar sobre el terreno a desempeñar una función directiva.

Reflexiones finales

En realidad, el mundo de las ventas es objetivo. Puede parecer individualista y muy centrado en los números.

Sin embargo, al final, como has comprendido a lo largo de este artículo, no es tan individualista como lo pintamos. Hay una organización, al menos tiene que haberla, porque el SDR tiene que enviar clientes potenciales al AE, el AE tiene que entrenar al SDR, el AM tiene que entrenar al AE, y así sucesivamente.

Tiene que haber un mínimo de armonía entre los distintos componentes para que el departamento funcione. Y en eso consiste el papel del director de ventas: en asegurarse de que todo el mundo no piense sólo en sí mismo.

El estereotipo es que los vendedores son “yo, yo, yo, mis resultados”, pero en realidad, un buen director de ventas o jefe de ventas entiende la estructura general, cómo trabaja cada uno, cómo se organizan los individuos, las implicaciones del equipo, y se asegura de que todo funcione sin problemas.

Ése es el papel de un director, que tiene que luchar contra el aspecto muy individual del trabajo de ventas, que puede convertirse fácilmente en todo sobre una persona en lugar de sobre el equipo.

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